Duele la palabra en la mano que no sueña con el verso. Duele aún sin saber que le hinca en lo más profundo de su prosa. Aquella mano que se niega a la pluma y al papel. Duélele tanto, que cuando se abre, de sus dedos brotan caricias al vacío.

lunes, 28 de abril de 2014

Amigos en facebook.

Te miro. Hacia mucho tiempo que no navegaba en ese mar profundo de tus ojos grises. Sin percatarme y como en un sueño de antaño, comencé a bailar descalza aquel vals que arrullaba mi oído, mientras me besabas. El recuerdo de tu sonrisa traviesa, blanca como la luz más brillante, suspendida en aquellos labios, gruesos y tibios, me alcanza, me embriaga y desacelera el ritmo de mi espacio.
Descubro que te observo con cara de idiota sin remedio, siete años...suspiro, siete... Parecieran menos, quizá si lo miras desde tu ángulo recto... matemáticas... nunca fueron de mi agrado, sobre todo al sumar todas las mañanas que anhelaba despertar entre esos brazos blancos, largos, níveos; las muchas tardes que esperé sin sentido aquel timbre paralizante del teléfono y cuando al fin... llegaba la nada, el silencio, la mirada perdida y un: no es para ti, me congelaba los huesos, me carcomía el alma. Largas las noches que me sumergía en brazos extraños, que quemaban mi cuerpo, consumían mis restos, cual llama que devora el leño seco y abandonado en el desierto. Y juré amor a quien me recogió en pedazos, solo piezas de aquel rompecabezas que un día fue mi vida. Palabras... espinas huecas, mentiras blancas, solo palabras. Y aquella tarde, gravé tu rosto, yo lo sabía pero no quería saber. Solo tu voz y aquellos ojos, yo los miré, no había nada. 
Sentí el frío de la muerte y estaba tan viva, tan viva, tan tuya y tan muerta. Soñé nacer en otro tiempo, tal vez otro universo, lejos del dejabú de tu presencia. Minutos, horas, días que se tornaron meses y años de este tiempo que no perdona, que no olvida, que no falla.
Siete años y el amor no ha muerto, esta ahí, callado, escondido en la oscuridad de mi silencio. florece en mi enojo, se escapa en las mariposas de mi vientre y fluye en el cristal de mis palabras y en un suspiro digo tu nombre, te deseo.
Siento mis manos recorrer tu espalda, que no termina en el círculo de mis brazos y que se extiende como el horizonte bajo mi cielo, para aferrarme a tus caderas que cortan como navajas, estrechas, firmes, ralas. Mi rostro se hunde en tus cabellos fieros y el dulce incienso que se confunde con lavanda se adentra en mis sentidos, me enloquece, me arrebata... y me despierta el vacío de mi abrazo. 
Sola... frágil y asustada, por compañía la pantalla, bajo mis dedos el teclado frío e inerte. y desde los píxeles de una ventana virtual me observa el tiempo congelado, tu tiempo, sin saber que descubro una línea que marca tus abriles, allí en tu frente...debajo de tus párpados, allí hay un pliegue en tu barbilla y crece el bello en tus mejillas y encima de tus labios, duro y rebelde; hilos de plata adornan tu cabeza. Sonrío al verte humano y no un ensueño. 
En tu hombro descansa una sonriente joven de cabellos de oro, se ve feliz y satisfecha. Tú estás sereno, lejano. Tu brazo sostiene un ángel en tu regazo, pequeña gota de rocío que inspira un arsenal de mimos y caricias. Todo ha cambiado, no somos los de antes. Ha sido solo un espejismo del pasado amado, cosas del destino, quien sabe, que cruza nuestros pasos. Y esos grandes ojos grises, océano invernal...
Se mueve el mause... un click, ¡despierto!. Fué mi mano...es tarde, ya acepté, somos amigos en facebook.
                                                                                                                          Yury

sábado, 19 de abril de 2014

Un comienzo, una historia

Yo nací un 7 de febrero de 1982, a las 8am, mi mama sufrió mucho durante casi 12 horas de dolor intenso mientras un ginecoobstetra cuarentón arrellanado en un balance(sillón) con cara de gorila leía un libro de no se que...hasta que mi mami no pudo más, lanzó un grito y se abalanzó hasta la puerta del salón de partos del hospital Lenin de Holguín... -¡Ay!¡ Mary mija no me dejes morir!,- mi tía que la miraba atónita y desesperada, ya vestida de verde, se puso las botas y como fiera que sacan de la jaula casi levanta en peso a la mole de su nido y le dice.. -Si le pasa algo a ella o a la niña, ¡ te mato!. No sé por qué si en ese tiempo ya existía el ultrasonido mi mamá no sabía mi sexo, pero todos en la casa afirmaban que era hembra, parece que la ansiedad por una fémina en la familia plagada de machos futuros mecánicos los hacía soñar con trenzas y moños. El médico que era mulato se puso más pálido que su blanca bata larga con pinzas voluminosas y mangas hasta la muñeca, de tal nácar que contrastaba con el verde del juego de salón. Entre una de mis futuras madrinas, Lourdes y mi tía acostaron a mi mami casi desmayada nuevamente en la camilla fría y endeble y la llevaron hasta la sala inmensa de partos..El medicucho iba detrás con cara de carnero degollado, yo salí solo con forceps, no se como mamita soportó, eran casi 10 libras de hembra hermosa que como dirían los mejicanos:- se hizo popó en el seno de su madre-, aquí, entre nosotros, los de la salud, meconio 3 cruces y negrita como el azabache, fui directo a cuneros en brazos de la joven neonatológa que asistió mi nacimiento, pero aquí no termina la cosa. Mi mama tuvo varios sangramientos que la obligaron a recibir sangre ajena, y para cuando ya pudo verme estaba mejor. Resulta ser que ya yo estaba de alta y me llevaron a verla, pero parece que la enfermera se equivocó al bañarme y me colocó en el cunero de otro niño el cual acostaron en mi cuna y llegado el momento lo vistieron y lo llevaron en mi lugar. Cuando entró la enfermera, lo primero que vió Dora Lilia fué su cabeza deforme con punturas de agujas y rapada en toda su extensión y cuando le retiraron el pañal mi mama dijo -Este no es mío, la mía es hembra y no tiene esos pinchazos en la cabeza-. La enfermera...- Mamá, esta si es su niña- -¡Chica!-dijo Dora-¿tú no ves que es varón y la mía es hembra?, además la mía tiene una cucaracha en la cabeza y no está rapada-. La enfermera se llevó el niño muy asustada y al salir entró mi tía Maritza y Lourdes.. - ¿Yury que te pasó?- mi mamá lloraba sin consuelo- ¿pero niña, que fué lo que pasó? -Se equivocaron y me trajeron un varón, ¡cambiaron la niña!-. Mi tía salió como diablo que llevó el viento y fue a parar a la Dirección, cuenta mi mamá que no sabe lo que sucedió después, solo que 20 minutos después mami Maritza me trajo en brazos y le comentó sonriente a mi mama:-Oye Yury, entre más de 50 niños supe que cual era la nuestra, es la misma cara de Negra (mi abuela) y ¡que linda cucaracha tiene en la cabeza!. ¡ Ah!, se me olvidaba, antes de cerrar el primer capítulo de mi vida, debo contarles algo más, mi papa esperaba abajo al frente del hospital con el resto de la familia y decía orondo -Eso es un varón, ¡ que yo lo sé!-  -Si...¿ y como tú lo sabes?- decían burlones mis tíos y mi tía Eva. -Bueno porque lo hice yo, eso es un macho yo lo sé, macho remacho... Al rato sale mami maritza y mami eva que habían subido para ver a mami yury(mi mamá) y a mi por supuesto y al atravesar la puerta con cara de derrota dijeron -Ay caballero, es varón -, -yo lo sabía, yo lo dije , yo lo sabía- mi papá lleno de triunfo...-,  -¡Tremenda hembra! -mi tía Eva -¡Mira!es así lo que tiene-manos en forma de C en contraposición- es micro-yé, que clase de hembra-. Mi papá decepcionado y rabioso ante la derrota asestó un puñetazo el el capó de la máquina de mi abuelo mientras toda la familia lloraba y reía simultáneamente de felicidad. Al otro día, lo llevaron a la sala para que me conociera, se acercó a la cuna sigiloso, y comenzó la inspección, primero la carita, los ojitos, la nariz, la boquita, los brazos, las piernas y 2 veces los dedos ...6,7,8,9,10 en manos y pies, me cargó finalmente y le dijo mi mami Eva al ver su orgullo inmenso -¡Dale Ale!¡ regálala!¡ mira aprovecha y cámbiala por un varón!. -Mira muchacha-contestó-ni muerto este pedacito es mío, mi hembrita,¡ mía!. Mi mamá lo observaba atenta y de hito en hito, me miraba, desbordando amor por cada poro.
                                                                                                                                      Yury

viernes, 18 de abril de 2014

La Espina Blanca

                                                                                                       Timor Leste, 7 de mayo de 2007.
 Nació un día una planta entre rocas, polvo y tierra. No hubo llanto del cielo en todo un año y medio, apenas pudo alimentarse del rocío. Un amanecer gris le salió del centro de su tallo una horrible espina color del nácar, dolía mucho y sentía que le absorbía toda la sabia que guardaba en su interior. Sufría tanto que cada vez se doblaba más y más, sus hojas se tornaron mustias y lentamente fueron desprendiéndoseles y yendo a parar a aquel suelo árido. No quedaba ya de ella otra cosa que su tallo jorobado y seco con la cruel espina blanca. Así intentaba sobrevivir, desojada y marchita, con aquella punzante de palidez extrema atormentándola desgarradoramente. Paso el verano que la llevó a tornarse del color de la tierra y el invierno llegó y la azoto sin piedad alguna; el frio de la nieve hizo que su tallo casi sin vida se helara tan intensamente que se le desprendía la corteza en hilos finos de fibra e hielo, pero la siniestra no cedió y se mantuvo más firme que nunca agarrada a ella. El agotamiento y el dolor la hicieron cerrar los ojos y sin darse cuenta cayó en un profundo y largo sueño. Una mañana despertó ante la suave calidez de un rayo de sol, era tan deliciosa aquella sensación que la guarecía del frio que fue estirándose lentamente hasta quedar totalmente recta mirando con devoción al rubio ardiente que calentaba sus retoños. ¡Sus retoños!, para su alegría y sorpresa descubrió que en toda su extensión brotaban pequeñas y tiernas hojillas verdes, toda ella era verde y feliz se movía al compás del viento que la acariciaba como un manto de terciopelo. Cuando pudo volver en sí de tanta euforia, miró a su alrededor, todo estaba cubierto de yerba bañada de rocío fresco y las rocas parecían esmeraldas, la tierra apenas se divisaba húmeda debajo de ella. Pero… ¿y su atormentadora?, ¿se le habría desprendido?. ¡No!, descubrió que ya no le dolía, mas bien, la reconfortaba, ¡sí!, era extraño lo que sentía, una mezcla de alivio y placer a la vez. De pronto unas gotas finas de arcoíris cayeron sobre ella y atónita observó como de la espina blanca nacía una rosa. Tan roja como la sangre y tan bella como un ángel, exótica y aromática que solo tuvo valor para sacudirse suave y tímidamente de modo que se desprendieran los pedazos restantes de aquella espina hueca y destrozada, indefensa y muerta. Entonces, los pétalos de aquel hermoso rubí acariciaron desenvueltos su tallo ya fuerte y pleno de savia nueva y dulce. Se sintió tan feliz que lloró hasta el amanecer y llena de júbilo pidió a las estrellas un centenar de espinas blancas que le regalaran rubíes después de la tormenta.

 Pensamiento: La maternidad, aunque en ocasiones, nos provoque angustias terribles, es el mayor regalo que puede recibir una mujer.
                                                                                                                                        Yury

A por la vida

Mensaje desde Venezuela...
                                3 meses fuera de Cuba
 Este es el primer documento que escribo con mi softonic. Me siento tan a la moda. Es 5 de Diciembre del año 2013,  ya estoy en casita...estoy bien, extrañando mucho a mi bebito hoy. Siento unos deseos enormes de abrazarlo...mi pequeñín...que lindo está. Y que inteligente me ha salido. No te imaginas cuanto deseo abrazarlo y besarlo. Dice que quiere una bata blanca como la mía...quiere ser médico como su mami Yuryleyda...así me dice...para venir para "Menezuela" conmigo. Deja que tengas un hijo..solo entonces verás lo que se siente. Quisiera estar ahora sentada en la terraza de mi casa con mi abuelo...esperando el café rico que cuela mi mami Negra. Quisiera abrazar a mi mamá y decirle que la amo mucho y que me hace mucha falta. Sentarme al borde de la cama de mi tía Eva y contarle mi ultima travesura. Que mi tía Maritza supiera la falta que me hace en cada decisión que tomo en el trabajo y en cada paso que doy en la vida. Quisiera irme.con mi primo Luisin de juerga y beber hasta caer al piso después de haber bailado con cuanta lata sonara. Quisiera...no sentirme tan sola y tan absurda. Valorar más a los que amo. Sí...estoy muy triste...Sí... quiero mucho, pero la vida se empeña en alejarme de todo lo que quiero. Estoy rota...dividida. No tengo solución. El sol apenas amanece en mi corazón...y voy a por la vida.
                                                                                                                                           Yury

Belleza inútil

Noche en soledad, amarga risa, glamour que se despeña en sedas, disco de fondo, tacos resuenan en el piso helado, la mano inerte anhela una caricia. Labios que palidecen a través del maquillaje....noche en soledad y tanta belleza, de qué te vale.
                                                                                                                                          Yury

Un poema

Una forma sencilla de comenzar a publicar en mi primer blog y una manera peculiar de adentrarlos en mi interior, en mi vida y por qué no en mis sueños. No se me ocurre otro modo que mediante este pequeño poema que escribí ya hace algunos años y que hoy comparto gustosa con ustedes lectores de la web. No espero mucho solo les pido paciencia para con mis palabras si ha de gustarles o no ya lo sabremos más adelante, para no cansarlos es todo por ahora disfruten ...


 Sumergí mis manos en el agua clara. 
Arrollo ligero que encontré a mi paso.
 Atrevida, inocente, me entregué a tu abrazo,
 con confianza ciega de mujer que ama. 
Navegué en tus ojos, me perdí en tu risa,
 saboreé en tus labios el cáliz de Venus. 
Con afán perverso desvestí de prisa,
 aquel cuerpo claro, prisión de deseo.
                                                                                                                                   Yury