Duele la palabra en la mano que no sueña con el verso. Duele aún sin saber que le hinca en lo más profundo de su prosa. Aquella mano que se niega a la pluma y al papel. Duélele tanto, que cuando se abre, de sus dedos brotan caricias al vacío.

viernes, 10 de octubre de 2014

Puedo

Puedo romper el silencio en mi con sólo pensarte.
Puedo pensarte a besos sin siquiera tocarte.
Puedo tocarte en verso y en mi prosa amarte.
Puedo amarte sin fin y nunca olvidarte.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario