Déjame oveja negra,
déjame renegada, descolada.
Déjame y no refutes mi proceder indigno de tu continuidad infame.
Obra del libre albedrío y de la consciencia propia.
Déjame y no me mires, no me escuches, no me hables de tu mundo previsible y caducado.
Déjame futurista, soñadora, dueña de mi espacio y de mi tiempo.
Déjame oveja negra!